Objetivo: Comprender el significado de las figuras literarias para utilizarlas en redacción de textos.
El lenguaje figurado cambia el significado literal de las
palabras para darles un alcance que va más allá de lo común.
Este uso figurado de las palabras es una de las vías
principales, en muchos casos divertida, del enriquecimiento de la lengua.
En el lenguaje figurado se dice lo mismo, pero de otra
forma. Esta manera de expresarse no solamente se encuentra en el habla
cotidiana, sino también en la literatura.
¿Por qué se usa el lenguaje figurado? Los escritores emplean
el lenguaje figurado para crear imágenes en la mente del lector.
Comparación
(símil)
Consiste en relacionar dos ideas, objetos, o un objeto y una
idea, que se parecen entre sí. En la comparación o símil tienen que utilizarse
enlaces comparativos o palabras que expresan semejanza (como, cual, tal, así,
parecido a...).
Ejemplos:
Murmullo que en el alma
Se eleva y va creciendo
como volcán que
sordo
Anuncia que va a arder.
La metáfora
Es una de las figuras retoricas mas utilizadas. Esta presente no solo en el lenguaje escrito, sino también en el oral, en la vida cotidiana. Palabras que tienen una cierta acepción pueden ser comprendidas de una forma distinta a lo que expresa ese significado.
Por ejemplo, algunos términos que tienen una connotación como golpear puede adquirir otro sentido cuando se usa metafóricamente, pudiendo dar a entender algo psíquico y no físico.
Ejemplo: Me golpeo la noticia. Golpear esta indicando la manera en que la noticia afecto el animo de una persona.
A continuación se describen ejemplos de diferentes clases de metáforas que se utilizan como parte de expresiones cotidianas:
Metáforas Utilizada en expresiones de la vida diaria.
1. Eso me levantó el ánimo.
2. Al salir de casa, tomé mucho frío.
3. Salté una página del libro.
4. Me armé de coraje.
5. Su corazón está en llamas
La hipérbole es una figura literaria que consiste en una exageración intencionada con el objetivo de plasmar en el interlocutor una idea o una imagen difícil de olvidar. Los grandes maestros literarios de la historia han recurrido a menudo a esta figura literaria. Un ejemplo de ello es Gracián cuando dice: «Devoró libros, pasto del alma».
- Ejemplos
- Érase un hombre a una nariz pegado (Quevedo)
- No hay extensión más grande que mi herida (Miguel Hernández)
- Tanto dolor se agrupa en mi costado que, por doler, me duele hasta el aliento (Miguel Hernández)
- Porque te miro y muero (Mario Benedetti)
- ¡Te llamé un millón de veces!
Actividad a desarrollar: Descarga el siguiente enlace y realiza la actividad planteada
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